SOBRE EL VIDEOO DE CREACIÓN Julián Álvarez Artículo publicado en la revista de arte "El GUÍA", enero-febrero 1991 | |
El realizador Julián Álvarez, promotor de la Muestra de Video de Creación de Catalunya, resume lo que ha sido la historia de las iniciativas en la difusión del video de creación Aquella primera edición de la “Mostra de Vídeo de Creació de Catalunya” (MVCC), ligada a Sonimag `83, no tenía pretensiones de continuidad, pero su título enunciaba ya la necesidad de agrupar/presentar aquello que de interés videográfico se producía en Barcelona al margen del encargo. Algunos de los nombres que allí figuraban son hoy reconocidos autores y profesionales del vídeo y la televisión, cuya trayectoria se vio estimulada y enriquecida por aquella primera y sucesivas experiencias de promoción/singularización del autor y su obra a través de la Muestra. La estrategia de promoción/difusión de la MVCC diseñada entonces es la que en esencia rige hoy, consistente en la cesión temporal y gratuita de la misma, junto con la entrega de un número determinado de catálogos para su distribución/difusión. En contrapartida, la entidad receptora/organizadora debía exhibirla prestando la máxima a tención a su presentación formal y técnica, debiendo hacerse cargo también de los costes de desplazamiento y hotel de un representante de la misma En enero de 1985 sale la 3ª edición, que continúa siendo organizada por una entidad privada –la Escuela de Vídeo IDEP- con el soporte económico del Departament de Cultura de la Generalitat. El catálogo se edita en catalán, español, francés, e inglés. El entonces director general de Cinematografía y Vídeo, Miquel Porter i Moix, escribe: “Las continuas peticiones del ciclo que, desde julio de 1984 componen la Muestra por ti ideada, explican por sí solas la razón de ser de la misma. (…) Así pues, desde el Servicio de Promoción de les Ediciones Fonográficas y Audio-visuales, seguimos con satisfacción el periplo que la Muestra está realizando y huelga decir que haremos todo lo posible para continuar dándole toda la ayuda necesaria” (…). El vídeo, además de una realidad industrial en expansión, era entonces una aspiración social y cultural para entidades y personas con vocación de vanguardia. El vídeo “estaba/era” moda, y Barcelona la lideraba en el estado español. La Generalitat, a través de Miquel Porter i Moix, decididamente sensible al vídeo como medio de expresión, es l institución que más atención le presta, apoyando iniciativas que gestadas desde fuera se resolvieron en importantes experiencias pioneras que hoy forman parte de la historia del vídeo en Catalunya. Una de esas experiencias, “La Mostra de Vídeo de Creació de Catalunya” es probablemente la experiencia de difusión videográfica más interesante de las que hoy podemos reseñar en el ámbito europeo. El liviano edificio del vídeo de creación en Catalunya se ha edificado sobre tres pilares: Instituto Alemán, Colegio de Arquitectos, y Departamento de Cultura de la Generalitat . Cada uno de estos pilares tiene su historia y sus protagonistas, si bien es verdad que algunas de esas “historias” languidecen y se eclipsan precisamente por la época en que la MVCC inicia su prosaica andadura al margen de los video-artistas como Muntadas, Francesc Torres, etc., y dando entrada oficial a una primera generación de “realizadores”, más próximos al cine que a las artes plásticas. Las modestas pretensiones de la MVCC se concretan en una estimable proyección nacional e internacional: Portugal, Italia, Francia, Brasil, Argentina, etc. La 4ª edición se aborda con un considerable número de entidades interesadas a priori en su programación. El Departamento de Cultura asume, con el acuerdo de su coordinador, el tutelaje de la Muestra, que se hace oficial. Antoni Kirchner, delegado de cine y video escribe: “(…)El video catalán, a través de esta Muestra, va a estar presentem durante los próximos doce meses, en manifestaciones y actos que tendrán lugar dentro y fuera de nuestras fronteras, organizados en el marco de la confrontación de culturas diversas pero con el lenguje universal de la imagen. Esta es una tarea a la que nos proponemos dedicar todo nuestro esfuerzo”. La 5ª edición pasa a denominarse “Mostra de Vídeo Creació de Catalunya”, y adquiere con el nuevo director general, Josep Maria Forn, un nuevo impulso programático: “(…) La 5ª Muestra de Vídeos realizados en Catalunya se inicia precisamente en el momento en que, en el seno del Departamento de Cultura se crea la Dirección General de Cinematografía, Vídeo y Televisión, es decir en el momento en que la Generalitat, consciente de la importancia de los medios audiovisuales y reconociendo al vídeo su categoría de medio de comunicación cultural, se dispone a iniciar una política de impulso a la producción y a la difusión de vídeos”. Esta 5ª edición, así como la 6ª, y de momento última, aportan como novedad una generosa presentación, inhabitual en la promoción del vídeo. Catálogo en siete idiomas y vídeos subtitulados a otros tantos: español, inglés, francés, portugués, italiano, y alemán. Los autores son compensados con una cantidad en concepto de alquiler a período fijo de un año, que en la 6ª edición ha sido de 250.000 pts. Por obra. Cantidad equivalente a 25 exhibiciones en un año, número muy improbable de alcanzar para la mayoría de los vídeos seleccionados por la vía de la distribución estándar. Aparte de su singularidad como memorándum de la vídeo-creación de un país, y del mayor o menor interés de los vídeos que la integran, la MVCC es hoy la aportación oficial más interesante a la difusión del vídeo catalán. Pero quizás su aspecto más sugerente es el estímulo hacia la organización de exhibiciones de vídeo a partir de una propuesta que se facilita completamente montada, y en la que el cliente (entidad cultural o institución) únicamente ha de aportar el soporte técnico (magnetoscopios, monitores, etc.), y la promoción local de la misma. La MVCC presenta también un claro balance positivo para el autor seleccionado, que año tras año ingresa más en concepto de alquiler por cesión temporal de la obra, sin otro derecho sobre la misma que el de exhibición pública en el marco de la MVCC y durante el período fijo estipulado en contrato. Como cualquier producto comercial, la MVCC tiene ya una cartera de clientes “fijos” que se va incrementado con nuevas incorporaciones. Hay que reconocer también que la singularidad de la oferta lleva aparejado el inconveniente ligado al reducido ámbito de producción –Catalunya-, que a priori no sugiere un nivel de producción necesariamente espectacular, y una muestra tan generosamente ofertada desde la institución plantea recelos. Y es precisamente por aquí por donde la MVCC más peligro corre de naufragar. La credibilidad de este certamen ya no depende de su presentación, ni del marketing con el que se promociona, que es bueno, sino del interés de los programas seleccionados. Esta muestra, además de estar presente en pueblos y ciudades donde el vídeo todavía es algo extraordinario, debe pretender acreditarse situándose también en los centros neurálgicos de la creación videográfica internacional. Un análisis somero sobre las dos últimas ediciones muestran un nivel medio de calidad y utilización de recursos técnicos calificable de notable, pero cuyo interés temático es ciertamente más dudoso. Los contenidos que se formulan son excesivamente aleatorios y dependen muchas veces de los medios disponibles de postproducción. Limitados como están por la falta de recursos económicos y de producción, se decanta en general el desarrollo conceptual del mismo hacia el virtuosismo formal desarrollado en la postproducción. Escasea el guión, la dramaturgia, los actores, la ambientación, es decir, escasea todo aquello que implica a priori medios económicos de producción. Y en este momento el interés del vídeo se centra en la comunicación con el espectador en competencia con el cine y la televisión. La 6ª MVCC contiene en su prólogo una nueva declaración de principios del entonces director general, Xavier Bru de Sala: “(…) En Catalunya ha existido siempre un sentido especial para el descubrimiento de nuevas realidades artísticas, que ha dado lugar a la experimentación y a la vanguardia con unas formas de expresión que cuentan con nombres y obras reconocidos mundialmente. Fieles a esta tradición innovadora, nuestros artistas del vídeo ofrecen los mejores resultados del trabajo de todo un año en la VI Mostra de Vídeo de Creació de Catalunya. El nivel de difusión de la Mostra es una demostración del interés que despiertan estas manifestaciones del arte catalán (…)” A la 6ª le seguirá una 7ª edición, y probablemente otras, pero no se trata ya de sumar ediciones ni de alcanzar un récord de permanencia., sino de que la MVCC, que en su planteamiento es excelente para la promoción de la política cultural de un país, y para los autores seleccionados también, ofrezca producciones cada vez más sólidas e interesantes, lo cual únicamente será posible con ayudas a la producción. Julián Álvarez. Publicado en la revista de arte “El Guía”, enero-febrero 1991 |