Ecléctico programa monocanal de 5 producciones recientes: 2007-2011:

01. HOMENAJE A FORMENTERA. 2007. Vallas y cuerdas que delimitan los caminos, pasarelas peatonales, etc., son los elementos visuales a partir de los cuales se ha creado esta particular sinfonía-homenaje con el contrapunto musical de las variaciones Golberg de J.S. Bach

02. MARQUESINA. 2011. Con la remodelación del Mercat de Sant Antoni de Barcelona desaparece la marquesina de un mágico espacio que modificaba su aspecto y función según la hora y el día de la semana.

03. ALFONSO LEVY. 2011. El lingüista y poeta de la oralidad, Alfonso Levy, hace una interesante reflexión sobre la mirada en el retrato fotográfico. Forma parte de la serie de testimonios del proyecto de “investigación y creación fotográfica” becado por el CoNCA,  "La mirada disciplinadas. ¡Al frente, a la derecha! La foto de carnet.”

 04. O SUPERMAN. 2007. Reinterpretación del épico combate de boxeo (1976) entre el alemán aspirante al título mundial de los pesos pesados Karl Milderberger, y el entonces campeón Cassius Clay (Muhammad Ali). Con música y letra de la canción "O superman" [fragmento], de Laurie Anderson.

05. SPECTRE OF COMMUNISM. 2011. Imágenes "descartadas" de un combate simulado de boxeo (Barcelona, 1987). Una surrealista entrevista al músico Sergei Kuryokhin en los canales de Leningrado (1990). Y, “Spectre of communism”, título de una de sus obras. Rabioso y poético homenaje, 15 años después de su muerte en 1996, a SERGEI KURYOKHIN.

CONJURO [Homenaje a F.G. Lorca]

As de bastos. Tijeras en cruz es un verso del poema Conjuro, que forma parte del libro Poema del Cante Jondo (1921), de F.G. Lorca.

Conjuro forma parte de la video-instalación SER DIOS. Modelo Ejemplar, que agrupa los vídeos monocanal Conjuro (1999, 4min.,) Ser Dios (1999, 4 min.) y el tríptico/retablo multipantalla As de bastos.Tijeras en cruz (1993-1997).

SER DIOS. Modelo Ejemplar es un work-in-progress dedicado a Lorca, Buñuel y Dalí a partir de las Semanas Santas de Sevilla (Santa Sevilla, 1993), Calanda (El último suspiro, 1994), y Verges (La danza de la muerte,1995).

1978. ¡BELLVITGE, BELLVITGE! [Vídeo > 1/2” > b/n > cinta abierta > 12min.]

La propuesta expositiva que se presenta en el TPK [Arts i Pensament Contemporani] de L´Hospitalet de Llobregat incluye tres obras que remiten a tres momentos relevantes de la personal trayectoria de Julián Álvarez como ecléctico creador y/o artista audiovisual.

Después de varios años de consumo compulsivo de películas en Londres, y de un curso práctico de Producción y Dirección Cinematográfica en la London Film Academy, aterriza en Barcelona [1975] y se matricula en la recién inaugurada Escola d’Estudis Artistics [Área Cine] de L’Hospitalet de Llobregat, dirigida por el reconocido dramaturgo Ricard Salvat.

Con buen criterio la Escuela adquirió entonces el primer y novísimo equipo estacionario de vídeo de Sony [Video Tape Recorder: VTR. 1/2”, b/n, cinta abierta] para uso del Área de teatro como herramienta de autocorrección actoral. Un año más tarde -1977- co-organiza con Josep M. Català un novedoso curso itinerante de “Iniciación al cine” de 8 Lecciones para alumnos de 8 de EGB de todas las escuelas públicas y privadas de L’Hospitalet. 

En el desarrollo de estas lecciones y otros talleres, que por entonces realizaba por encargo de la Ponencia de Cultura, utiliza por vez primera la tecnología electromagnética, osea el vídeo, sin pasar por el Super 8 mm, el formato amateur entonces vigente para los aspirantes a cineastas. Apenas recuerda las circunstancias, pero en 1978 tuvo acceso al denominado portapack de Sony, el primer equipo portátil de vídeo. En relación al VTR estacionario de la Escola d’Estudis Artistics el portapack supuso un considerable avance de movilidad.

Ese mismo año [1978] imparte un taller de fotografía en el Aula de Cultura de Bellvige para alumnos del I.N. Bellvitge-3, a los que propone la realización de un reportaje sobre el barrio con el nuevo equipo de vídeo disponible. Lo que inicialmente tenía que ser un ejercicio práctico, fue engordando en pretensiones a medida que los alumnos desertaban del proyecto. Con grandes dificultades se concluyó el documental ¡Bellvitge, Bellvitge!, cuya versión original de 36 minutos [pendiente de restauración] se ha reducido a 12 minutos.

¡Bellvitge Bellvitge! es pues el certificado de nacimiento como realizador y creador audiovisual  de J. Álvarez. La cámara recorre el barrio en un travelling interrumpido por las reflexiones urbanístico-arquitectónicas del arquitecto municipal Cosme Grifell; por el testimonio crítico del vecino Ramón F. Jurado, que denuncia la corrupción de políticos y empresarios implicados en su construcción; y por las intervenciones musicales con 13 y 14 años respectivamente, de la cantante de flamenco Ginesa Ortega y el guitarrista Pedrito Sierra [“Alma Flamenca”]. Por aquel apenas se había producido con el portapack [vídeo de media pulgada] alguna producción independiente, documental o de ficción, con cierta narrativa cinematográfica.  

La experiencia pionera y reveladora de ¡Bellvitge, Bellvitge! fue reconocida en 1980 con una “Mención Especial” en la “Semana de Cine de Color de Barcelona”. Pero lo más relevante es que gracias a esta obra primigenia, que formalmente se formuló al margen de la institución-arte, y de la institución-cine, el entonces aspirante a cineasta desarrolló su eclecticismo formal y temático en la frontera de los géneros, en los intersticios de sus confluencias, sin acomodarse a los territorios ya habitados de uno y otro lado. Desde entonces permanece establecido, pero no anclado, en esa tierra de nadie conquistada en 1978 con “Bellvige, Bellvitge”.

1994. YOU´RE DEAD, MAN [Cine16mm > Betacam Sp > 15min.]

El segundo episodio relevante, o segunda estación de este voluntario vía crucis, es la vídeo-danza “You´re Dead, Man” [1994]. Detrás quedan obras [vídeo y cine] que, como “El Ring” [1989], tuvieron proyección y repercusión internacional. Como Autor, y promotor/comisario de acciones audiovisuales singulares, es a finales de los ‘80 y hasta mediados-finales de los ‘90 cuando disfruta de mayor visibilidad y atención mediática..., y es en este contexto favorable cuando en 1995 intenta el asalto al cine de ficción con el proyecto de largometraje. “El limpiacristales y la publicista”. Intento fallido pues para entonces ya estaba intoxicado con el virus de la experimentación y las nuevas tecnologías...

Algunas de sus obras nacen a partir de espacios “singulares” a partir de los cuales acomoda una acción o micro-historia. Así fue con “Batlántic” [1985], “Cloaca Máxima” [1986], “La ecuación del vértigo” [1991], “Mercat Màgic. Curial e Güelfa” [1992], etc. “You´re Dead, Man” es un ejemplo “relevante” de esta querencia formal por el lugar “tal cual”: tenía un espacio “ideal tal cual”, tenía la oportunidad de una subvención de vídeo-danza..., pero no tenía “historia”. Finalmente apareció el “asunto”: La muerte del  gánster “Malabares Hat” a manos de su amante Renata Santibáñez, “la Poli”. 

Se trataba, pues, de realizar una video-danza a partir de los interminables impactos de la ametralladora Thompson, de la “Poli”, en el cuerpo del malvado “Malabares”. De coreografiar el final -The End- a la manera de las películas americanas de gánsters. El visionado de más de 40 títulos [mediados de los ‘30 a finales de los ‘70] descubrió un morirse en pantalla en general muy poco cinematográfico. Excepto unas pocas películas en las que el malo muere “de cine”, el resto apenas ayudó. Pero a falta de un Tarantino, ahí estaban los hermanos Cohen con su “Muerte entre la flores” [1990].

“Muerte entre las flores” aporta a “You´re Dead, Man”, el leit motiv del “sombrero”, que representa la identidad que por nada del mundo quiere perder Tom, el antihéroe de los Cohen; o Malabares Hat en la personal propuesta. En el mediometraje “Mercat Màgic. Curial e Güelfa” [1992], un grupo de niños, con inofensivas armas de plástico, acribillan a Curial bajo la marquesina del Mercat de Sant Antoni de Barcelona. La secuencia se rodó a 75 fps para acentuar el impacto visual de los disparos. Estas escenas se resuelven con un plano y contraplano: plano del que dispara, va a disparar, o ya ha disparado; y corte al plano del que recibe, ha recibido, o recibirá el impacto. El orden de los factores tampoco en este caso altera el producto.

Pero en “You´re Dead, Man” el reto era precisamente coreografiar la acción a tiempo real [24 fps] sin interrupción [corte de cámara] series de 15-18 impactos. Reto que en la práctica se demostró excesivo para los recursos de producción [económicos] disponibles. En “You´re Dead, Man” la sangre se convierte en humo de colores y el malvado no acaba nunca de morirse, por lo que el encuadre, la dirección de la luz, el traje a rayas de Malabares, sus movimientos, etc., debían ajustarse con precisión para un espectacular “The End” (1).

(1) Jugó en contra por supuesto los 6.000 euros de presupuesto. Pero también el propio soporte fílmico [16/35mm], y el rodaje a tiempo real [24 fps.]. Esta circunstancia motivó el artículo “Masturbar la retina a 24 fps”, publicado en “VídeoCine20” [Julián Álvarez, Madrid, 2001], en el que se formula el anacronismo del soporte fotoquímico que, con más de cien años de historia, no ha superado los estándares de 16/35mm a 24 fps. vigentes a principios de los años ‘20 [www.juliansite.com >Artículos>del Autor>”Masturbar...a 24 fps”].

2005. autoRETRATO REDUNDANTE [Vídeo DVCam > DVCam > 8m.]

La tercera y última estación de este itinerario es “autoRETRATO Redundante” [2005], el más emblemático de la serie bautizada “egoMovies”, y el que sintetiza mejor el quiebro radical que efectúa la cámara girando 180º hacia uno mismo para ser sujeto y predicado, todo y parte. Como se dice en el manifiesto del “egoMovie”: Película, o grabación de imágenes en movimiento, que uno hace de sí mismo poniéndose en primer término y relegando al fondo todo lo demás. [“Figura con paisaje al fondo”. 2004].

En opinión del autor, es absurda la imagen del turista de espaldas al monumento nacional para fotografiarse y dejar constancia de que estuvo allí. En la confrontación de ambos, turista ocasional y monumento, ambos salen perdiendo. El primero por su ridícula pequeñez, y el segundo porque la imagen resultante no le hará justicia. Lo razonable sería comprar en el quiosco más próximo la postal del monumento en cuestión.

A partir de esta reflexión derivada de una cierta vergüenza personal a exhibirse con la cámara [foto/vídeo] por el escaso mundo que ha recorrido, nace la idea de invertir los términos modificando radicalmente el encuadre. Lo importante deja de ser el monumento que se tiene al fondo, y lo relevante es uno mismo encuadrado en primer plano/término. Es una cuestión de encuadre, entre otros aspectos técnicos y consideraciones de conciencia [una decisión política que diría Godard]. En la opción tópica, la pequeñez del sujeto fotografiado enaltece la magnitud del monumento. En el caso de la egoPostal [como denomina este tipo de encuadre], el sujeto se apropía de los atributos positivos del monumento que tiene al fondo.  

A partir de la adquisición por el autor en 1998 de la primera mini-cámara digital de Sony [DvCam, PD1P], surgen como un juego para el recuerdo personal las grabaciones de vídeo que denomina  “egoPostCards” y “egoGalleries”, más tarde los “egoTours” y, finalmente los “egoMOVIES”. El denominador común es el registro documental del sujeto-operador-de-cámara-a-mano que se registra a sí mismo, alternando el “plano-ego” con el “plano-subjetivo” para mostrar una realidad en toda su amplitud. Josep M. Català escribe en el catálogo “entreCRUCES”: “Con las egoMovies, Julián Álvarez efectúa un comentario definitivo sobre la identidad contemporánea y sobre la suya propia, engarzadas ambas con las tecnologías de la representación. Figura y paisaje se retroalimentan así para dar la visión total de una realidad que es a la vez visualmente objetiva y subjetiva”. [entreCRUCES/Julián Álvarez. Instituto Leonés de Cultura. León, julio 2009].

En los egoMOVIES el sujeto protagonista se ofrece al espectador como un juguete de feria, un pin-pan-pun, expuesto al ridículo. El primer egoMOVIE de la serie [“Mañana en la batalla piensa en mi”, 1998-2003] nace en la intimidad de un vagón de tren [Barcelona > León], en la que alterna la lectura del libro de Javier Marías “Mañana en la batalla piensa en mi” con el manejo aleatorio de la nueva cámara/juguete digital. De esa experiencia expontánea derivó el egoMovie que remite al libro. Después vendrían el ego-manifiesto “Figura con paisaje al fondo” [2004], “autoRETRATO Redundante” [2005] (2) y, finalmente, “Belchite” [2006], pueblo bombardeado durante la guerra civil que viene a ser como el reverso conceptual de “Bellvitge, Bellvitge”.

(2) “autoRETRATO Redundante” nace por encargo del “Festival de Vídeo de Autor Flux ‘05”. A cada uno de los 6 autores de aquella edición se les pidió un autorretrato. Una reproducción del Guernica de Picasso, la palabra EMERGENCIA en la ventana de un autocar, y la fachada del Museo de Arte Contemporáneo de León [MUSAC], son los elementos visuales de fondo sobre los cuales se articula este singular autorretrato o egoMovie.

¡Bellvitge, Bellvitge! es una de las primeras experiencias videográficas del país con estructura narrativa documental, realizado con uno de los primeros equipos portátiles de video (portapack) existentes en Barcelona.

El documental se estructura a partir de un recorrido en coche descriptivo del barrio, de los comentarios del arquitecto municipal Sr. Cosme Grifell, de las consideraciones histórico-críticas del vecino R. Fernández Jurado, uno de los primeros residentes de Bellvitge, y de las intervenciones musicales de la entonces jovencísima cantante de flamenco Ginesa Ortega acompañada a la guitarra por Pedrito Sierra ("Alma Flamenca").

Mención Especial "Semana de Cine de Barcelona",1980.

Ponencia de Enseñanza del Ayuntamiento de L´Hospitalet de LLobregat "Taller de Imagen" del I.N.B.-3 (Bellvitge). Dirigido por: Julián Álvarez

Con: “Julián Alvarez. Perdido en la frontera de los géneros [1985 -2007]” el DA2 salda una deuda con uno de los creadores audiovisuales más heterodoxos de nuestro país y lo hace mediante una muestra retrospectiva que traza un recorrido poliédrico por sus producciones más significativas realizadas a lo largo de más 20 años de carrera.

No es fácil definir con la jerga al uso en el campo del audiovisual que habitualmente se exhibe en los museos y centros de arte contemporáneo el trabajo de Julián Alvarez, de hecho el propio creador reconoce un cierto grado de “excentricidad” en sus producciones y renuncia a definirse a sí mismo bajo la denominación de artista; poniendo énfasis en su condición de “autor” para quien el proceso de elaboración y la experiencia con la cámara como “extensión
orgánica del cuerpo” son tan importantes como el producto visual que finalmente recibe el espectador. Su trayectoria podría ser vista en este sentido como una obsesiva exploración de los márgenes de los dispositivos de representación encaminada: tanto a redefinir la mirada del espectador como la construcción de su propia subjetividad o como él mismo apunta: “ a desdibujar fronteras, contaminar identidades y sobre todo: cuestionar certidumbres…”

La video-filmografía de Julián Álvarez está, en este sentido, llena de paradojas visuales y conceptuales que a menudo suponen todo un reto para quienes son amigos de situar las obras de arte en compartimentos estanco. Por otra parte, la lectura de sus obras no siempre es fácil y en muchos casos es muy exigente en cuanto al “contrato” que establece con el espectador, que se enfrenta a unas imágenes que en un primer momento lo seducen por su sofisticación -o porque le parecen conocidas- y posteriormente lo dejan sicológicamente indefenso, de hecho, no hay en el trabajo de este autor un solo elemento de atracción que no implique a posteriori una amenaza subyacente o un desasosegante efecto de extrañamiento…

Nada es lo que parece en la producción de este creador que es capaz de conjugar experimentos de orden técnico y formal (casi autorreferencial) que remiten al período de las vanguardias históricas, con poemas visuales de singular intensidad emocional; el (falso) documental, con la ficción narrativa; las citas a la historia del cine, con la deconstrucción irónica de sus mitos; o como ya hemos apuntado: la cámara como “extensión orgánica del cuerpo del operador” (materializada en su singular invención: la FishCam) con su reverso identitario: las Egomovies…

La muestra está dividida en cinco itinerarios temáticos que reúnen 23 piezas en formato monocanal que recorren algunas de las obsesiones que han marcado el devenir creativo de este artista; y dos instalaciones multipantalla concebidas específicamente para la exposición del DA2, en las cuales se reflejan la diversidad de géneros y modos de hacer a los que se ha enfrentado este proteico autor a lo largo de su carrera.

F. Javier Panera. Director DA2 Domus Artium Salamanca

 
La retrospectiva ITINERARIOS abarca una selección de 27 obras monocanal [video y cine], agrupadas en 6 programas, o ITINERARIOS, que convergen en eso tan abstracto e intangible, y a la vez físico y con DNI que llamamos el “autor”. La selección [27 de 55] aborda un conjunto de cortos agrupados a partir de un denominador común que ejemplifi ca un aspecto destacable de la ecléctica producción audiovisual de Julián Álvarez:

1. egoMOVIES

2. PERDIDO EN LA FRONTERA

3. AS DE BASTOS.TIJERAS EN CRUZ
4. BARCELONA COMO PRETEXTO
5. desCONCIERTOS
6. BOXIANA, boxeo, poesía y arte
Los aspectos formales y técnicos que concurren en estos trabajos tienen en general una apariencia profesional, pero el espíritu que los alentó en origen es “experimental y amateur”. Experimental porque obedecen al impulso primario de aprender de la experiencia [experimentar]. Y amateur porque están planteados conscientemente para complacer, en primer lugar, a uno mismo. Son, pues, ITINERARIOS a partir de experiencias audiovisuales primigenias o, lo que es lo mismo, egocéntricas.
En la formulación de los discursos audiovisuales no he tenido presente al público en general, ni al minoritario en particular, y eso me aleja de unos y otros. No he transitado esos “lugares comunes” que son las modas y tampoco los cenáculos que deciden lo que “ahora toca”. Y está claro que ahora NO toca, no es “cool”, por egocéntrica, la obra “de autor” ¿Se puede no ser egocéntrico? Personalmente no me aplico la condición de artista, porque no comparto las poses y retóricas del arte oficial o alternativo, y tampoco sus privilegios. Me veo y me reivindico como “autor” que impregna su obra de singularidad y personalismo. El proceso, y no el resultado, es lo que me ha motivado en estos veintitantos años que la retrospectiva compendia.
Pongo, pues, el acento en la “autoría”, y reclamo la atención del espectador interesado por supuesto para las obras individualmente, pero también para aquello entrelíneas [discurso] que deriva y emerge del conjunto: el autor.
Julián Álvarez. Barcelona, junio 2007