UNA JORNADA PARTICULAR Reflexiones de un castellano-parlante en torno a la “mani” del 11_ septiembre_2012 | |
… la piel de gallina, o el directo de TV3 El título remite a la multitudinaria manifestación de un “millón y medio”, según los media catalanes. Manifestación en la que no estuve pero sí pude ver y seguir ampliamente como espectador desde los privilegiados emplazamientos de las cámaras de TV3. Los que estuvieron allí no pudieron apreciar el emocionante espectáculo audiovisual ofrecido por la tele. Pero éstos (los que se perdieron el espectáculo) tuvieron su dosis de emoción patriótico-sentimental siendo protagonistas de la misma. Los que nos quedamos en casa, los que no pudieron o no quisieron participar, tuvimos también nuestra ración de espectáculo patriótico-emocional. Fue una apoteósis audiovisual (helicóptero, gruas, etc.) programada por y para TV3 para emocionar a los no concienciados por una Catalunya independiente. Pero sobre todo para mostrar al mundo la magnitud del rechazo a la España opresora. Votantes de izquierdas, derechas, no sabe no contesta, jóvenes, adultos, niños, emigrantes, turistas, etc, participaron de la cívicamente ejemplar “mani”. Una fiesta popular de alto voltaje emocional administrada por la eficaz cobertura de TV3. Salvando las distancias de tiempo, lugar, objetivos y medios, la emisión me llevó a los tiempos de Franco, cuando los manifestantes eran trasladados gratis (bocadillo incluido) para vitorear al Caudillo con motivo de alguna inauguración. Desde mi posición de espectador no-nacionalista (tampoco español), pero que llegado el caso votaría independencia para acelerar el proceso, diría que los comportamientos cívicamente ejemplares de cualquier manifestación de carácter transversal (profesional y generacional) como la del 11_S_2012 en Barcelona es sociológicamente perversa en sí misma en la medida que confluyen intereses y sensibilidades diferentes, incluso incompatibles, pero que circunstancialmente sintonizan en un supuesto bien común, en general de carácter económico y sentimental: España nos roba, España nos nos quiere, que desde el poder (y los media afines), difunden machaconamente para instalarse en la sociedad como evidencia incuestionable…, que la débil y acomplejada oposición política no sabe, o no quiere, rebatir. “autoRETRATO REDUNDANTE” (2005) Aclaro, para continuar, que soy leones y vivo en Barcelona desde 1975. En el vídeo “autoRetrato Redundante” (realizado por encargo del Festival de Video d’ Autor Flux, 2005) decía que no me sentía catalán, tampoco español ni leonés, pero sí muy de Barcelona, más que mis amigos, familia, pareja y conocidos catalono-parlantes. Y concluía defendiendo la integración para los demás, pero rechazándola para mi mismo. Osea reivindicando mi condición de emigrante leonés en Barcelona. Era una respuesta ética y estética ante la unánime demanda social e institucional de integración. Hoy, si tuviera que revisar aquel testimonio, diría que sigo sin sentirme catalán, tampoco leonés, poco de Barcelona, y español por imperativo nacionalista catalán. Este desplazamiento desde la posición voluntariamente incómoda de emigrante, a la de español por derribo de la “zona de nadie”, es lo que me lleva a reflexionar en voz baja sobre el “boomerang identitario”, y la unanimidad que el Poder invoca y reclama a la sociedad civil catalana (antes fuerzas vivas: el cura, el maestro, el médico, la guardia civil, y el terrateniente). ZAPATERO, o la versión postmoderna de Guzmán “El Bueno” En abril 2011 publiqué el artículo “ZAPATERO, o la versión postmoderna de Guzmán El Bueno”, en el que proponía una analogía entre el entonces presidente del Gobierno y el histórico personaje. En ese artículo escribía a raíz del unánime malestar contra el presidente del gobierno […] José Luís Rodriguez Zapatero participa de ese espíritu que simboliza Guzmán "El Bueno" (“los buenos caballeros ni compran ni venden la victoria”). Zapatero, con su gesto de renunciar a la reelección, pero sobre todo con su quijotesco y radical arremeter a contracorriente de la izquierda oficial, y de su propio ideario político, asume el papel de víctima propiciatoria pero sin renunciar a su papel heroico de poner un punto y aparte histórico en la democracia española. Felipe, Aznar, y Zapatero concluyeron sus mandatos con el índice de popularidad por los suelos. Pero lo que me interesa destacar, por sintomático desde el punto de vista socio-antroplógico, es la unanimidad con la que el país vituperó y renegó […] de quien despertó en su día (sobre todo en los jóvenes) un gran entusiasmo por enfrentarse en solitario al Zumosol-Bush de la guerra de Irak. Ningún presidente español ha sido tan desautorizado, desacreditado, desde dentro y fuera del país como Zapatero en su segundo mandato. […] Algo anda mal cuando todos los odios, iras y frustraciones, individuales y colectivas, se focalizan en un único individuo. Y peor aún cuando son los medios los propagadores “virales” de tal “enfermedad”. Zapatero es el síntoma, pero el que está enfermo es la sociedad española en su conjunto (Catalunya inclusive). Aprecio en las actuales circunstancias Catalunya vs. España un cierto paralelismo entre Zapatero y el actual presidente de la Generalitat de Catalunya Artur Mas. El rotundo éxito de participantes, y el colosal eco mediático de la manifestación, ha obligado a Mas a despojarse de la estudiada ambiguedad estratégica para posicionarse abiertamente al frente de la nueva e inesperada apelación de una parte de la ciudadanía. Zapatero (héroe primero, villano después) como Artur Mas hoy, héroe ocasional e involuntario por la fuerza del tsunami que Convergéncia y él mismo han alimentado, son ejemplos de “quijotismo” que remiten una vez más a “Guzmán El Bueno”. No hay Norte sin Sur, ni Ying sin YangSalvando las distancias, la desafección ya no es contra un líder concreto, sino contra una España difusa y sin matices. “Zumosol-Catalunya” ya no quiere ser el hermano mayor “idiota” (según la exdirectra de TV3) de una España relegada a indeseable SUR. Como dijo Mas en Madrid dos días después de la mani “el norte de Europa está harta del Sur y Catalunya de España”. Al igual que Guzmán “el Bueno” asumió la tragedia de renunciar al hijo antes que rendir la plaza, y Zapatero optó por inmolarse políticamente en supuesto beneficio de la sociedad que le vapuleó, Artur Mas ha renunciado al cómodo y apetecido pacto fiscal por la incómoda independencia. Si bien cualquier gesto “heróico” es hoy en sí mismo anacrónico, aprecié entonces el estoicismo con el que Zapatero asumió el vía crucis de tanta unánime desafección, y aprecio hoy que Artur Mas se defina abiertamente por un Estado propio independiente de España. La “zapatología” precipitó la catarsis nacional que estamos padeciendo. El gesto -fabulado- de Guzmán El Bueno (o la rendición o tu hijo), como la “traición de Zapatero”, y la reciente salida del armario de Mas (metafórica), expresan la humana tragedia de los héroes ocasionales, unidos por un mismo deseo involuntario de trascender la historia. “Una jornada particular” En la película Una giornata particulare (1977), de Ettore Scola, como en la obra teatral protagonizada por Flotats (Teatro Poliorama, Barcelona 1984) que tuve la oportunidad de documentar en vídeo por encargo de Caixa de Barcelona, el espectador asiste al homenaje multitudinario a Adolf Hitler que le tributa parte de la población de la Roma fascista de Mussolini (1938). En la obra de Flotats es la radio “oficial” la que nos informa de la emoción del pueblo: padres, madres, niños, abuelos, participan de un entusiasmo generalizado. Paralelamente, en uno de los edificios, la mujer de un militante fascista (Sofía Loren/Anna Lizarán) y madre de seis hijos, permanece en casa ocupada en sus labores. En el mismo edificio vive un locutor de radio despedido por antifascista y homosexual (M. Mastroianni/J.M. Flotats). Desde sus respectivas casas, ambos siguen los acontecimientos a través de la radio. Por casualidad, locutor y ama de casa entran en contacto y tienen una relación sentimental. Éste es el breve argumento de una historia que se desarrolla en un único día (una jiornata) y que es particular por el encuentro emocional entre dos personas muy diferentes, ajenas al sentimiento patriótico que domina la Italia fascista, pero que tienen en común la soledad y el desprecio de los concienciados ciudadanos y adoctrinados militantes…, y particular asimismo porque el director, con la historia sentimental en primer término, y la festiva manifestación popular de fondo, utiliza el transfocátor narrativo para pasar de la anédota sentimental al retrato sociológico del pueblo en éxtasis emocional por la trascendencia del momento. El unánime desafecto a Zapatero es, en esencia, equivalente al unánime desafecto independentista del 11_S_2012. El rechazo hacia una España en la que Catalunya todavía está contenida, es como reclamar el divorcio con el corazón pero rechazándose a una buena parte de sí misma, esperando que a medio plazo el resto del cuerpo -la más prosaica- mute lo antes posible en la misma dirección. En las circunstancias actuales de frustración individual y colectiva, la promesa de un futuro de plenitud nacional en la que los catalanes, sin la rémora de España serán más libres y por añadidura más altos, más guapos, y también más ricos, en definitiva más felices, es por supuesto una ingenuidad y una utopía..., pero a veces las utopías terminan convirtiéndose en realidades. Mas, con su declaración post-mani de abanderar el independentismo juega, en sintonía con Zapatero, a ser el héroe quijotesco que el pueblo reclama en épocas de crisis. A su pesar, ambos han puesto un punto y aparte histórico en la democracia española ¿Será Mas héroe o villano? en el futuro se verá, pero el 11_S_2012 le habrá marcado para siempre… Julián Álvarez Barcelona, 15 septiembre 2012 |