Los doce autores de video españoles presentados como "Visionarios" en la última Bienal de la Imagen en Movimiento, unánimemente denunciamos el regresivo "paso atrás" dado por esta Bienal en el contexto de la evolución del Video español. La dimensión emblemática del Reina Sofía nos obliga a valorar esta edición, en lo que al video de creación se refiere, como de "oportunidad perdida".

Cabía esperar una Bienal brillante -medios económicos los hubo- y eso se nos prometió. Cabía esperar una fuerte y definitiva apuesta por el video español en un momento de prestigio a la baja. Todo esto cabía esperar pero el resultado, desgraciadamente, fue decepcionante.

Los firmantes denunciamos como error "histórico" en el contexto del video español el planteamiento de exhibir, en competencia con las obras, el hardware prehistórico del cine y la televisión. Además de reducir espacio y recursos económicos, dicha colección de curiosidades distraen la atención y convierten la Bienal en un espacio para el "recreo" y el matutino paseo dominical. En este contexto de "objetos curiosos", "promos de TV", y "demos de empresa", la Bienal debió llamarse APROXIMACIÓN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS. AUTORES VIEJOS Y NUEVOS. CURIOSIDADES PARA UN PASEO DOMINICAL.

Arrinconados entre "promos de TV", y "demos" de empresa, los doce video-visionarios españoles seleccionados hemos padecido la miseria de espacio, la torpeza de diseño, y la inadecuación de las condiciones ambientales imprecindibles para una correcta contemplación de las obras, el analisis crítico de las mismas, y el conocimiento de los autores implicados. Puede que los "doce visionarios" que el consejo asesor seleccionó no seamos "doce magníficos", pero parece que la organización se empeñase en hacer de nosotros "doce del patíbulo".

Así pues, no nos parece apropiado orientar esta Bienal, que nos pertenece (nació como ImagenSublime), hacia un discurso propio de los Museos de la Ciencia. El afán globalizador con que se ha planteado esta exposición es su mayor error. Hay suficiente riqueza en la obra de cada uno de los autores presentes en la muestra como para requerir un contexto nítido que facilite la comprensión de las mismas, y el conocimiento de sus autores. Todo lo demás ofusca y enturbia. No queremos dar lecciones, pero sí estamos autorizados a decir lo que NO debe ser una Bienal de la Imagen en Movimiento que se justifique con nuestro trabajo.

En cuanto al catálogo, es sencillamente malo e inútil. Repite lo mil veces dicho en torno al video español, vilipendia al video con furor de cinéfilo frustrado, y desatiende, una vez más, a los autores, a esos supuestos visionarios que el visitante nunca llegar a saber porqué‚ lo son, como no sea por la edad, que figura probablemente en algún panel. Es sangrante, para los autores, por supuesto, no para las empresas o las tv que se han visto prestigiadas, que una Bienal, con dotación económica de lujo, nos despache con un catálogo como el de la presente edición.

Por lo que respecta a la difusión de la Bienal a través de los medios de comunicación, hemos de resaltar su falta de resonancia e incidencia, habiéndose precisamente destacado las ediciones anteriores por la amplia cobertura informativa. Como se decía al principio, el glamour de la creación en general, y del video en particular, está a la baja, y es por ello que lamentamos que desde una plataforma de prestigio tan sólida como la del Reina Sofía, no se haya sabido imponerse a la apatía generalizada y atraer mayor atención hacia esta Bienal'92.

Sin duda la Bienal de la Imagen en Movimiento ha tenido aciertos, entre otros la producción de cinco videoinstalaciones de cinco autores españoles, la fecha y duración de la Bienal, y sin duda también el prometedor título de VISIONARIOS ESPAÑOLES, aunque el resultado final, desgraciadamente, obedeciese más bien al que proponíamos al principio: APROXIMACIÓN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS. AUTORES VIEJOS Y NUEVOS. CURIOSIDADES PARA UN PASEO DOMINICAL.