YOU`RE DEAD, MAN [el villano y la Poli] + [El rap de la Rita] Julián Álvarez. Barcelona, 1994 | ||||||||||||||||||
Largos y acorazados dedos con pintura de guerra acarician con ternura el cañón de Rita, una reluciente y bien cuidada Thompson del 36. En el húmedo y sombrío zulo resuenan puntiagudos pasos sobre el pavimento extrañamente enmoquetado de viejos y usados zapatos sin emparejar. Quizás algún morboso fetichista se entretuvo coleccionando los zapatos que sorprendentemente siempre aparecen desperdigados en las cercanías de los accidentes de tráfico. En esos escasos y húmedos metros cuadrados se revuelve nerviosa Renata Santibáñez, alias "la Poli". Espera el momento de la cita con "Hat", o "Malabares", como se le conoce en el Distrito por su destreza con los dedos para filigranear con su inexcusable sombrero y perenne cigarrillo, o viceversa. Pero sobre todo por su reputación entre las mujeres, a las que enloquece con el arte de sus cinco argumentos en cada mano. Es 15 de febrero, un día desapacible que se anuncia a toda plana con "La masacre del día de San Valentín". Un día especial también para la Poli, pues se le ha adelantado la regla y espera agazapada en el zulo de un local abandonado ajustar cuentas con su amante "Malabares Hat". La bombilla de 40w que cuelga del techo apenas deja ver la cicatriz en la mejilla izquierda que hace juego con el crucifijo que se escurre entre sus tetas amordazados por un escotado vestido de satén gris. Esa tarde, en la oficina del Distrito, ha tenido lugar la recepción oficial en la que el capitan "Comecoños", como le llaman sus subordinados/as, ha hecho entrega de condecoraciones a los agentes más destacados por su celo en la persecución del crimen.
La Poli observa curiosa y coqueta un zapato mientras se lo prueba sin descuidar la guardia. El zapato vuela por los aires y cae al lado de una muñeca desmenbrada pero con los labios extrañamente húmedos de rojo carmín... se agacha curiosa y mira con ternura la maltrecha figura...
La Poli resopla cada vez más nerviosa por la tardanza de su cita. Algún sonido del exterior la pone en guardia. En su juventud, antes de entrar en el cuerpo con 19 años, solía pegar el oído a la puerta del dormitorio de sus padres para oirlos jadear...
Poli se incorpora bruscamente. Presta atención y sube las escaleras del zulo con sigilo. Falsa alarma. Desciende las escaleras con cierto alivio mientras enciende un cigarrillo...
Le pica todo el cuerpo por culpa de esos estúpidos pensamientos que es incapaz de sacudirse de encima. Se siente incomoda dentro del vestido de fiesta que se ha puesto para la ocasión: es el día de San Valentín y la Brigada a la que pertenece ha sido distinguida por su ejemplar labor de limpieza...
Nuevamente sube la escalera para vigilar la entrada del local donde se ha citado con su amante..., concentra su atención en la silueta que se detiene delante de la puerta...
El esperado Malabares Hat entra en el local haciendo gala de su apodo. Se oye una exclamación -SHIT-. Malabares acaba de pisar una mierda con sus relucientes zapatos de charol black & white. Aparece una sombra de duda en su rostro, pero avanza hacia el interior con su caminar más que suficiente, ¡sobrado! Renata Santibáñez, alias La Poli, observa los movimientos juguetones de su amante, que avanza por el pasillo ensayando juegos malabares con su sombrero. Camina hasta llegar a la altura de un destartalado lavabo con restos de un espejo que aproveha para repeinarse y comprobar su aspecto, del que está plenamente satisfecho -you´re a fucking nice man-, se piropea a sí mismo señalándose con el índice en el espejo Le sobresalta el ruido de una cagada que se desliza camino de las cloacas por una tubería que discurre por encima de su cabeza. Esto le recuerda con desagrado la mierda que apenas hace unos minutos pisó y que ahora le llega intensamente a la nariz. Protegida por la obscuridad del local, la Poli no pierde de vista los graciosos y armoniosos movimientos del ganster. Ya en el centro de la nave "Malabares" se gira sobre sí mismo para atisbar presencia humana, pero únicamente descubre un atril iluminado por una bombilla sin pretensiones. Su rostro entra en el haz de luz que ilumina un ejemplar del "Código Penal". De sus páginas sobresale una compresa con restos recientes de sangre menstrual y en la cual se lee "You ´are Dead, man". El ganster, que sonríe con gesto demudado, inicia un rápido y nervioso caminar hacia la salida, pero la Poli le corta el paso propinándole "con todo cariño", y a ritmo del "rap de la Rita", una primera ráfaga que lo despide contra la pared.
Cien balas en su cuerpo Renata Santibánez, alias "La Poli", Cien balas, cien, La brava Renata, ... y por amor, cien balas le brindó... Renata Santibáñez, agente de la policía local, Julián Álvarez. Barcelona, 1994 Nota: Texto escrito para el guión del cortometraje "You´re Dead, man" (1994), de Julián Álvarez. |