Hablar, escribir, reflexionar sobre Julián Álvarez (J A), su producción, su trayectoria, su/s condición/es en el panorama artístico español es un ejercicio implicado cien por cien en el devenir del audiovisual, con la progresión iniciada a partir de las primeras imágenes en movimiento hasta la eclosión y la diversidad del lenguaje y la sintaxis actuales.
 
Veamos. Podemos entender que del nacimiento de la cinematografía hasta las convulsiones de los años sesenta y setenta del siglo pasado se conforma un “primer audiovisual” y que desde entonces comparte protagonismo con otra formalización, con unas maneras de hacer distintas, con un “segundo audiovisual”.

Julián Álvarez se ubica en ambas convenciones. Si la concepción principal de la primera se basa en el hecho fílmico, en la representación, y la segunda en lo videográfico y multimedia (en la recuperación del espació de presentación) la línea de trabajo de J A se inscribe en los dos entornos en el industrial primero, en el postindustrial luego.
   
En lo lingüístico, la audiovisualidad en el siglo veintiuno es una tarea que requiere una condición específica que posibilitan las influencias de la primera y la segunda concepción. De contar, relatar con detalle,  exponer minuciosamente, hemos pasado a explicar, dar a conocer claramente, hacer accesible con desarrollos necesarios, ejemplos, etc. describir. J A ha trabajado, trabaja, bajo unos y otros parámetros.

En lo tecnológico la mediación audiovisual ha generado un imparable proceso de democratización de las estructuras, de la creación a la difusión. J A ha contribuido a ello renunciando a la autoria convencional, promoviendo, facilitando el acceso indiscriminado y sin limitaciones a sus trabajos.

En AutoRETRATO REDUNDANTE, un excelente trabajo realizado en 2005 con ocasión de ser artista invitado al primer festival Flux de Barcelona, J A deja patente su manifiesta voluntad de presentarse como iconoclasta y fronterizo. Iconoclasta en tanto que niega y rechaza la merecida autoridad de maestros, normas y modelos avisándonos que mezcla géneros y lenguajes, de que no siente arrepentimientos mediáticos. Fronterizo por expresa voluntad de situarse en la frontera, frente a todos los avatares de la comunicación y de la expresión artística audiovisual y multimedia.

J A ha vivido, vive, una artisticidad trans- e inter- media. Intermedia como la acotaba Gene Youngblood en 1970 al insinuar que "el sentido no se comunica codificando ideas en el lenguaje literario abstracto, sino creando una experiencia real a través del uso de la tecnología audiovisual”. Transmedial, entendida que va más allá de lo medial, como adjetivo de lugar que designa “a través de”, como aquello que transvasa de un medio a otro, como insinuaron hace ya bastante tiempo Deleuze y Guattari.

En JULIANSITE tenemos noticia de sus 38 exposiciones / presentaciones monográficas; de los 29 reconocimientos o premios —desde el concedido en la Semana de Cine de Barcelona 1980 hasta el Premio Möbius 2003, pasando por el Premio Nacional de Videografia de Cataluña 1986—. De las varias décadas que ejerce como Director de la Escuela de Vídeo-Cine-TV IDEP. De los trabajos realizados en disciplinas como las artes escénicas, las instalaciones, las formas interactivas / multimedia, etc. De su faceta de inventor de las cámaras como prótesis. Todo ello está vivo, presente, operativo en la web de la producción de Julián Álvarez que transciende más allá de una sencilla compilación o recopilación.

Es más, en la web personal de Julián Álvarez  podemos visionar alrededor de sesenta producciones todas ellas accesibles [www.juliansite.com>videofilmografía]. En ella toda esta sintonizada, interconectado en forma de un conjunto harmonizado bajo el nuevo sentido social de las redes para significar aquello que se genera de la interacción entre diferentes medias que en los sistemas culturales de la sociedad del conocimiento se dan al unísono, a la vez.

"Si el paradigma de la revolución digital -formulado hace unos 10 años- presuponía que los nuevos medios desplazarían a los tradicionales, el paradigma de la convergencia emergente asume que viejos y nuevos medios interactuarán de manera cada vez más compleja", como explica Henry Jenkins, autor de Convergence Culture (New York University Press, 2006).

Una confirmación contundente de estas aseveraciones las encontramos en la larga trayectoria y amplia producción del autor que nos ocupa. La identificación con estas previsiones es satisfactoria al máximo y entendemos que quizás sea acertado haber formulado el titular que abre estas líneas con los términos precisos, justo aquellos que conjugan un trabajo bien hecho con una amplitud de miras, un quehacer iconoclasta con un posicionamiento fronterizo.

Antoni Mercader, mayo 2009

Historiado del arte de los media y de las formas de expansión audiovisual y multimedia.
Comisario de exposiciones. Productor audiovisual y multimedia. Doctor en Comunicación Audiovisual por la Universidad Pompeu Fabra. Coautor del primer libro sobre videoarte publicado en España "En torno al vídeo" [Barcelona. Gustavo Gili, 1980].