En noviembre de 1987 tuvo lugar en el marco de la Sala Gran del Institut del Teatre de Barcelona el evento multimedial DEL CINE-OJO AL VIDEO-YO, organizado bajo mi dirección por el ya desaparecido CIEJ (Centre d´Iniciatives i d´experimentació per a Joves), de la Fundació Caixa de Pensions.
La actividad central y más llamativa del evento, que incluía proyecciones de video y cine fue el Primer CONCURSO DE CÁMARA-A-MANO, consistente en 3 ejercicios que un total de 15 concursantes debían ejecutar en directo ante un jurado y más de 350 espectadores.
Uno de los 15 participantes en el concurso, en calidad de invitado, fue el polifacético artista Carles Santos, que sorprendió con su improvisada performance pero sobre todo por el poema "AA", recitado por el director de cine catalán Jordi Cadena.
13 años después, y adoptando como argumento/pretexto dicho poema, me veo involucrado por iniciativa propia en una parcial revisión de aquel "concurso-performance/concepto" que pretendía entonces, y recuerda hoy, enlazar el pasado más experimental del cine ruso allá por los años ´20 con los relativamente cercanos pero históricamente olvidados ´80 del video en Catalunya.
El evento en su conjunto, como el concurso en particular, se centró en la cámara-a-mano. Fragmentos del artículo "Viaje intermitente a través de la cámara-a-mano", del que soy autor ("Barcelona, metrópolis mediterránea". Núm.19. Barcelona 1991), reflejan mi particular punto de vista al respecto.
Tengo y he tenido desde finales de los ´70 un especial interés por la "camara-a-mano" entendida como extensión orgánica del cuerpo, interés que se ha materializado en obras videográficas; en textos, e incluso en un desarrollo técnico (prototipo FishCam) que tuvo repercusión a principios de los noventa. Pero yo establezco una diferencia radical entre "cámara-a-mano" y "cámara-al-hombro", término éste último que ha terminado por imponerse en el lenguaje profesional debido a la preeminencia de la TV:
"La opción expresiva cámara-a-mano se ha reducido en la práctica televisiva a una utilización cámara-al-hombro, es decir el cuerpo del operador como trípode -inestable- pero barato e instantáneamente operativo. La cámara-a-mano es espontánea e imprevisible, rebelde e individualista; la cámara-al-hombro está domesticada y ofrece el punto de vista del patrón que la contrata".
"La cámara-a-mano, a diferencia de la cámara-al-hombro, reclama del operador procacidad en la relación tú-a-tú (acercamiento extremo al sujeto y/o tema), riesgo y valentía en la exploración visual del sujeto y/o tema (ángulación, encuadres y movimientos de cámara atrevidos); complicidad e implicación con el sujeto y/o tema abordados (discurso visual y temático)".
Los argumentos de finales de los 80 principios de los 90 que aquí reflejo son moneda corriente en la práctica actual de los programas de TV dirigidos a las audiencias jóvenes (MTV, por ejemplo). La cámara-shaking (cámara movida, o efecto parkinson) es el recurso más utilizado para "masturbar" la retina del espectador y mantenerle fisiológicamente "pegado" a la pantalla. La heterodoxa práctica cámara-a-mano de entonces se ha convertido en ortodoxia de obligado cumplimiento. Nada ha cambiado, simplemente los valores se han invertido.
Volviendo al poema, y al Concurso que está en su origen, "AA" fue entonces una aportación más (aunque una de las más originales) de las 15 que sobre la cámara-a-mano otros tantos invitados (artistas, eruditos, y profesionales) expusieron frente a la cámara de los concursantes. "AA", muy en linea con la particular "poética" de su autor es, 13 años después, el motivo que me ha permitido revivir aquella experiencia y recuperarla siquiera sea parcialmente del olvido, pero sobre todo es el motivo que me inducido a aventurarme en la creación de una obra on-line explorando las posibilidades narrativas y expresivas del programa "Flash", sin duda la herramienta más actual y versátil para la creación de contenidos, artístico o no, en Internet.
Agradezco pues on-line a Carles Santos su aportación de entonces (año 1987), y su autorización actual (año 2000) para utilizar libremente su poema "AA", con el cual tanto me identifico.
Julián Álvarez, Barcelona, septiembre 2000
OTRAS CONSIDERACIONES EN TORNO A LA CÁMARA-A-MANO
En los ’80 las imágenes captadas con cámaras de 1ó 3 tubos dejaban un rastro o estela (cola de cometa) cuando un punto luminoso fuerte entraba en el campo visual de la cámara. Hoy esas imágenes en general desechadas, se nos presentan como la expresión poética de una tecnología caduca.
La retórica de neutralidad de la “cámara-al-hombro” en TV, se concreta en una posición de cámara “a-la-altura-de-los-ojos”, en general aplicado a lo más emblemático y verosímil de la TV: la entrevista.
Los libros de estilo de las televisiones reglamentan el cómo de las entrevistas para que estas aparezcan en los hogares con cotidianidad del “tú-a-tú”. Se acredita así la neutralidad del hecho comunicativo presentándolo como flujo directo de información entre entrevistado y tele-espectador.
Para el operador de cámara que a veces se convierte por cuenta propia en poeta de la imagen en movimiento, la escritura sin plantillas ni soportes ortopédicos (cámara-a-mano) es la expresión nerviosa y, a veces creativa, de una individualidad que la industria raramente permite aflorar.
Cuando el contenido a transmitir no tiene interés, el mejor recurso para mantener la atención visual del espectador es “masturbarle la retina” por medio de la “cámara shaking”. Es la fórmula mágica de la MTV, por ejemplo…
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